Corría apenas el minuto 15’ cuando Cakir se llevaba el silbato a la boca, penalti favorable para el Atlético de Madrid y si los colchoneros marcaban se metían en la eliminatoria de lleno con el 2-3 global. Antoine Griezmann, que ya falló en Milán, no perdonaba desde los once metros. Su golpeo fue un tanto extraño ya que se resbaló justo en el momento clave, pero la pelota entró.
Viendo la repetición no hay dudas de que el astro francés toca dos veces el balón en la pena máxima, una irregularidad tal y como marca el reglamento y que por tanto no debió de subir al marcador. El resbalón inoportuno le hizo lanzar el penalti de forma inverosímil con las dos piernas. 2-0 aunque tras verlo detenidamente quedaba claro de que no debía de subir el tanto al electrónico y que debía de repetirse el lanzamiento.
Cakir fue uno de los protagonistas
Siempre ‘barriendo’ para los de casa en un arbitraje que dejó mucho que desear. Las constantes agresiones de los colchoneros se fueron casi sin castigo del campo. Los insultos de Gabi en la cara del colegiado y con tarjeta amarilla jugándose la expulsión tampoco fueron reprimidos por el colegiado. El turco no pasó desapercibido y fue influyente en el resultado y a la hora de repartir ‘suerte’.
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