El 22 de febrero en Mestalla, el Madrid se presentaba con 1 punto de ventaja sobre el Barça y con 2 partidos menos disputados. De haber logrado los tres puntos, el equipo de Zidane habría salido del feudo ché con 4 puntos de colchón y un encuentro más aplazado tras la suspensión del Celta-Real Madrid el 5 de febrero.
Pero la puesta en escena del equipo merengue fue pésima. Zaza y Orellana pusieron tierra de por medio en 10 minutos y el tanto de Cristiano Ronaldo fue insuficiente. Los tres puntos volaron y el Madrid se quedó sin poder aumentar la distancia en el liderazgo.
Y para colmo, el Madrid tuvo que aguantar como De Burgos Bengoetxea le ‘robaba’ un penalti como una catedral en la segunda parte cometido por Mangala sobre Cristiano Ronaldo. Una auténtica vergüenza que impidió a los blancos sacar un punto del feudo valencianista.
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