No cabe duda que deportivamente, la llegada de Mbappé sería el gran golpe de efecto en el mercado de traspasos para el Real Madrid. Sería firmar al jugador con más proyección del momento y de los últimos tiempos, un jugador destinado a ser de los mejores y con una futuro aún por explotar.
Si finalmente accede a recalar en el Real Madrid, la papeleta estaría en la cabeza de un Zidane que tendría que encontrarle acomodo dentro de un once titular que parece intocable. Mbappé viene para ser titular y el esquema de juego cambia. Por lo general, Zidane juega con un 4-3-3 con Bale, Cristiano y Benzema arriba, aunque el sistema que mejor ha funcionado es el 4-4-2 con un centrocampista más para dar control al balón. Con la llegada de Mbappé todo se reduce a ver quién de los tres de arriba podría dejarle su sitio y recomponer el sistema. Partiendo de la base de que Cristiano es intocable, salvo que Zidane lo quiera rotar, la opción más factible sea la de sentar a Bale y que el portugués y Benzema jugasen más adelantados que Mbappé, pudiendo este entrar por bandas aprovechando su velocidad.
También puede actuar de segundo punta y asociarse con sus compañeros, aunque ese trabajo también lo puede realizar Benzema y por supuesto Isco, Asensio o el propio Ceballos. Otra opción sería la de compartir delantera con Cristiano y que Bale ocupase la banda izquierda, su sitio natural pero en cualquier caso, parece prácticamente imposible que este Real Madrid con Mbappé pueda jugar con un sistema de 4-4-2, existen mucha calidad arriba y no será fácil enjaularla en un banquillo.
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