Lo cierto y verdad es que Benzema no estuvo acertado ante la portería de Neto. Se movió como acostumbra, con suma habilidad entre líneas, combinando pero entre la mala suerte y Neto se quedó sin ver portería. El portero brasileño le sacó dos manos espectaculares-una abajo en la primera parte y otra en el descuento que se marchó a la madera- que despertaron el ¡uyyyyy! En la grada.
Pero una jugada sacó de quicio especialmente al respetable. Ya con el 2-2 en el luminoso y en el descuento, a Benzema se le quedaba una pelota franca en el punto de penalti. Al francés le pudieron los nervios y la ansiedad y el esférico se marchó fuera de los tres palos.
El Bernabéu abroncó al galo con excesiva virulencia. Ya se sabe que en el Madrid no cuenta el pasado, que los triunfos logrados hace escasamente 3 meses ya están almacenados en el baúl de los recuerdos. Ya solamente hay que mirar al presente y al futuro. Benzema seguirá siendo Benzema para bien o para mal. Siempre será el delantero al que le cuesta marcar gol pero también será siempre el de la jugada del Vicente Calderón… que al madridismo no se le olvide.
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