Las ligas se ganan no sólo en casa sino también fuera, el hecho de estar lejos de tu gente y tu estadio, en ocasiones puede suponer un handicap en contra, excepto que seas el Real Madrid. En ese caso, el jugar fuera de casa, se convierte en una motivación mayor y más cuando se trata del eterno rival de la capital.
En un escenario nuevo para los de Zidane como el Wanda Metropolitano, el Real Madrid llegaba con la presión de sumar los tres puntos tras conocer la victoria del Barça en Leganés. Una diferencia de once puntos con la que desde un principio partía el equipo y que tras el empate en el Wanda, se ha quedado a diez puntos. Lo cierto es que con este empate, el equipo no ha podido confirmar algo que ya se sabía: lejos de casa son prácticamente infalibles. Con un total de 15 partidos disputados lejos del Bernabéu, el equipo ha logrado un total de 13 victorias, sólo la única derrota llegó en su última salida ante el Girona y el empate conseguido en el Metropolitano.
Ahora el equipo volverá a jugar en casa ante el Málaga en Liga y más tarde afrontará otra salida que siempre se antoja complicada como es visitar San Mamés ante el Athletic. Un campo y un rival que siempre cuesta superar, pero que desde luego si hay alguien que debería estar preocupado es el conjunto vasco, porque el mejor visitante de la Liga está al caer.
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