El objetivo que se ha marcado Sergio Ramos

El capitán del Real Madrid ha decidido no operarse de la fractura del hueso de la nariz y se le hará una máscara para que juegue dentro de 15 días


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Sergio Ramos ha decidido que no pasará, por ahora, por el quirófano. El capitán es baja para el encuentro de Champions contra el APOEL, y está a la espera de que le den la máscara que le están haciendo a medida para empezar a entrenar con ella junto al resto de sus compañeros y habituarse.

El central de Camas quiere reaparecer el 2 de diciembre en San Mamés, pero lo cierto es que su regreso a los terrenos de juego dependerá de su evolución. Ramos lo tiene claro: “Volvería a sangrar una y mil veces por este escudo y por esta camiseta”, manifestó el madridista en las redes sociales. “En nada, de vuelta”, añadió.

Ramos seguramente se perderá por obligación los partidos frente al APOEL, el Málaga y el Fuenlabrada, y le gustaría capitanear al equipo en la visita al nuevo San Mamés. Por su parte, los doctores son más prudentes e intentarán retrasar su vuelta a la competición hasta el 9 de diciembre, fecha en la que el Sevilla visita el Bernabéu.

Zidane también es más conservador, y quiere a su capitán en plenas condiciones para disputar la semifinal del Mundial de Clubes (13 de diciembre), una hipotética final (16 de diciembre), y evidentemente, el clásico del 23 de diciembre en el Bernabéu.


La evolución de su lesión y la capacidad de Ramos para adaptarse y sentirse cómodo con la máscara determinarán su regreso. Si por el capitán del Real Madrid fuera, Sergio Ramos saltaría al campo en Nicosia para empujar y liderar al equipo de su vida hasta sellar la clasificación para los octavos de final de la Champions League.