El objetivo de Bale tras sus 365 más amargos

Gareth Bale reaparecerá hoy ante el Fuenlabrada tras un 2017 a nivel personal para olvidar.

Bale cara y cruz lesiones
Bale cara y cruz lesiones
Aleix Generó | 28-11-2017

Gareth Bale volverá a la titularidad esta noche ante el Fuenlabrada. El galés, junto a Borja Mayoral, es el único atacante que tiene Zinedine Zidane para la vuelta copera. Lo hará tras pasar 365 muy aciagos que han tenido sonrisas y lágrimas. El expresso de Cardiff ahora se marca el objetivo de volver a su mejor nivel de forma que asombró a finales de 2016 en el Santiago Bernabéu.

El 29 de noviembre de 2016 fue el fatídico día que marca el calvario vivido por Gareth Bale. En Londres, en el hospital King Edward VII, se operó de los tendones peroneos de su tobillo derecho. Una lesión que sufrió ante el Sporting de Portugal cuando mejor estaba rindiendo y asombrando al madridismo. Todo cambió ese día: ha vivido un auténtico calvario.

Esa lesión le impidió estar con el equipo hasta mediados de febrero. Algo que implicó que se perdiese el Clásico (1-1), el Mundial de Clubes en Yokohama que ganó el Real Madrid, además de toda la competición copera (no volvió a jugarla ya que se cayó ante el Celta de Vigo) y parte del tramo decisivo de la Liga. El 18 de febrero volvió al césped ante el Espanyol y marcó un golazo en su reencuentro con el Bernabéu. Ese día salió en hombros del estadio. Luego jugó contra Valencia y Villarreal y llegó a los plazos marcados para su vuelta al terreno de juego.

En marzo todo se volvió a torcer, sin embargo, esta vez no fue por las lesiones. Ante Las Palmas vio una cartulina roja en Liga y se quedó dos partidos fuera por sanción. Bale, que había acortado los plazos de su recuperación, empezaba a notar molestias y le pesaban las piernas en el campo. Su rédito goleador y pasador disminuyó considerablemente.

Ese ‘tira y afloja’ con las lesiones le dejó sin Clásico. Intentó jugarlo ‘infiltrado’ tras volverse a lesionar en Múnich y en el minuto 39 se rompió del todo. En el alambre quedaba otra vez su reaparición y corría riesgos de quedarse fuera de la final de Cardiff. Mayo se lo perdió entero y por ende no pudo estar en lo más decisivo de la Liga 33ª con sus compañeros. Tampoco en las semifinales de Champions dónde emergió la figura de Isco que se asentó en el 11 titular sin el galés. En Cardiff no se correrían riesgos con él.

Tuvo un papel secundario en el Millenium Stadium ante la Juventus de Turín y posteriormente se perdió por sanción con Gales un partido clave para estar en el Mundial. El final de temporada también fue complicado para Gareth. Julio llegó con los constantes rumores sobre su salida, aunque finalmente le juró lealtad al Real Madrid y se quedó. Las dos supercopas veraniegas (con un juego excelso del equipo) se ganaron con él en el terreno de juego y un fútbol primoroso. En el inicio de Liga marca gol y en Champions hace lo propio ante el Borussia con una exhibición, pero ese día se vuelve a romper…

Viajó tocado a Gales para ayudar a los suyos a estar en el Mundial y recae de su lesión, nuevamente, además de caer eliminado y no poder estar en Rusia el próximo verano. Un mes negro para Gareth que lo culmina con una recaída de su lesión cuando preparaba el derbi. Y ahora vuelve a estar recuperado 365 días después. Gareth trata de dejarlo todo atrás y hacer un borrón y cuenta nueva para reconciliarse con el madridismo. ¡Tú puedes, Gareth!