1. Presión asfixiante: El Real Madrid, independientemente del esquema con el que salga a jugar, deberá de organizar una presión de altura para contrarrestar el contragolpe del PSG. El 4-3-3 de ataque debe de ser un 4-4-2 en la labor defensiva. El ejemplo más claro fue frente a la Real Sociedad dónde se obligó al pase atrás, casi en todos los lances, y fue el portero quien recobró protagonismo en la salida de balón.
2. Buen inicio: En los grandes partidos el inicio es clave. Salir enchufados y mentalizados para ganar el encuentro desde el primer minuto. Una buena salida del Real Madrid podría propiciar goles tempraneros. Estar activados con el aliento de la afición puede ser determinante.
3. La MCN no intervenga: Muy relacionado con la primera clave. Si el ataque del PSG no juega mucho desde el comienzo, los parisinos sufrirán para defender las acometidas de los blancos. Mbappé, Neymar y Cavani deben de ser los menos protagonistas del encuentro.
4. Atinados: La gran perdición del Real Madrid en la primera parte de la temporada. Culminar todas las llegadas, marcar goles y demostrar a Europa que este equipo sigue teniendo mucha pólvora, digan lo que digan los críticos. Marcarle goles a los de Unai Emery debe de ser una de las grandes quimeras de los de Zidane.
5. Banquillo: Juegue quién juegue, el partido también tendrá un papel fundamental. Para aguantar el resultado, para darle la vuelta o para darle un soplo de aire fresco. Zidane necesita tenerles a todos activados para la gran cita europea de este miércoles.
La afición debe marcar el primero
Es el partido que marcará la temporada. Si se gana se seguirá soñando con lo imposible, con lo que nadie ha logrado, con seguir adelante en el camino hacia la 13ª Orejona, la tercera consecutiva. La afición sabe que el Bernabéu jugará un papel fundamental en esa eliminatoria de octavos de final de la Champions frente al PSG. Los jugadores también lo saben.
Por ello, Sergio Ramos, el capitán fue el primero en deslizar que quieren un recibimiento al autobús a la altura de las grandes citas. El sevillano tiene claro que la afición marcará el primer gol de los octavos recibiendo al autobús como solo el Real Madrid y el madridismo saben hacerlo.
“El miércoles a las 18:30, todos en la Plaza Sagrados Corazones”, sentenció el capitán nada más acabar la zona mixta e irse tras el 5-2 a la Real Sociedad en Liga. Lo sabe Ramos y lo sabe todo el madridismo: la Champions es la obsesión.
Al terminar el encuentro, nada más pitar el final del choque, en el Bernabéu resonó la música de la Champions y puso la piel de gallina a sus aficionados que salieron cantando del estadio el típico “Alé Real Madrid, alé, alé”. En el videomarcador, sobre esa bonita melodía, se proyectaron imágenes del rey de Europa. “Somos los Reyes de Europa”, afirmaba el encargado de la megafonía. El miércoles también juega el Bernabéu.
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