El arbitraje en Leganés de González González ha dejado un gran descontento entre la afición madridista. Un penalti pidió la grada de Butarque, pero hay una acción precedente que se ha pasado por alto completamente en casi todos los medios. Se trata de la clamorosa mano de Bustinza dentro del área que hubiese supuesto una pena máxima mucho más tempranera a la que le han pitado en los últimos minutos sobre Mateo Kovacic.
Otra de las jugadas que ha indignado al Real Madrid ha sido la amarilla que ha visto Sergio Ramos y que le acarrea suspensión para medirse al Alavés este fin de semana en el Santiago Bernabéu, en una nueva jornada de Liga. El capitán no daba crédito ante esa acción que le ha costado la quinta amarilla que le hará cumplir ciclo de amonestaciones.
El Zhar, autor de la jugada con Ramos que le costó amarilla al capitán, también tuvo un duro lance del juego por un pisotón a Theo Hernández que le podría haber costado algo más que una amarilla. Una dura entrada que mostró la agresividad de los locales en todo momento y que González González permitió. El Leganés pidió un posible penalti de Mateo Kovacic, aunque es una jugada confusa y que de producirse está más cerca de ser fuera del área que dentro, llegó tras una acción en la que Gabriel quedó adolorido y nadie tiró el balón fuera del campo. González González, pese a las protestas, benefició más al equipo local en un arbitraje 'casero' que desquició al Real Madrid...incluso ganando el partido.
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