Cuando se nombró su nombre en el video marcador, la reacción del público del Bernabéu fue normal, coreando su nombre aunque no muy a viva voz como con Cristiano Ronaldo por ejemplo. Estaba claro que el día de Benzema no iba a ser fácil en su estadio y ante los suyos.
Al inicio del partido la sensación era de indiferencia con respecto a Benzema cuando tocaba el balón, esa dinámica cambió cuando en una contra dirigida por Theo, Benzema se plantó sólo ante Pacheco y el balón acabó fuera. De nuevo pitos, muchos pitos ya que no entendían como un delantero como él podía fallar una ocasión así. Unos pitos que se sucedieron cada vez que el francés tocaba el balón hasta que en el minuto 43 asistió de manera magistral a un Cristiano que marcó el gol que abría la lata.
La Grada Fans se lo agradecía y coreaba su nombre, un Benzema que tuvo una oportunidad de tiro lejano que no vio portería pero que se llevó los aplausos de una afición que pareció perdonarle el error anterior. En la segunda parte asistió a Gareth Bale en el segundo gol del equipo y cada vez que tocaba el balón no escuchó ningún pito por parte de la afición. Le anularon un gol legal y completó un buen partido pese a no marcar.
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