Los tres magníficos del Liverpool ya están preparados para hacer daño al Real Madrid en la final de la Liga de Campeones. Mohamed Salah, Roberto Firmino y Saido Mané son las tres grandes amenazas de los 'reds'. Los tres mezclan en ataque a la perfección. El brasileño pone la pausa, el control y el pase mientras que el egipcio y el senegalés, la velocidad y la definición de cara a portería. Estas son las principales virtudes de cada uno
Salah le da sentido a la 'velocidad' del LiverpoolDe poco le valdría al Liverpool si su juego de contragolpe y verticalidad no tuviera premio ante la portería rival. Los reds ficharon a Salah de la Roma pensando que firmaban velocidad pero nunca imaginaron que el egipcio adquiriría un nivel de confianza tal ante la meta rival.
Salah ha marcado 44 goles esta temporada en 51 encuentros disputados, es el segundo máximo goleador de la Champions con 10 tantos solamente por detrás de Cristiano Ronaldo y tiene una capacidad para desbordar y combinar partiendo desde la banda derecha realmente asombrosa.
Firmino, el 'faro' de la delantera del 'Pool'El brasileño se ha destapado esta temporada como uno de los delanteros 'modernos' con más clase de toda Europa. No tiene tanta capacidad goleadora como Salah-pese a todo ha marcado 27 goles-pero sí una especial habilidad para aguantar la pelota, girarse, combinar y encontrar el momento justo para meter pases filtrados que dejen francos ante portería ya sea a Salah o al senegalés Saido Mané.
Su extraordinaria temporada le ha valido la convocatoria para el Mundial de Rusia.
Mané, la 'pata' con menos glamour de la delanteraSadio Mané ha marcado 19 goles en 29 partidos. Una lesión le apartó durante varias semanas del once inicial y solamente se ha aposentado en la alineación titular tras la salida de Coutinho al Barcelona. El africano es una bala, juega en el sector izquierdo, maneja bien las dos piernas pero no siempre está acertado de cara a gol.
En la eliminatoria contra la Roma no estuvo nada fino en el partido de ida fallando hasta dos mano a mano clamorosos.
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