El nuevo entrenador del Real Madrid era consciente del paso que estaba dando pero no esperaba una reacción tan desmesurada por parte de la gran mayoría de los periodistas y medios de comunicación. Ha sido la presión de todos ellos la que ha terminado por calentarle la cabeza al Presidente de la Federación, Rubiales, que ha sido movido como una marioneta según le iban llegando quejas enérgicas por parte de los periodistas menos afines al Real Madrid.
Una vez más queda demostrado que la corriente propagandística de este país la marcan aquellos a los que más ha escocido la Decimotercera. Bueno, y la Duodécima, la Undécima, la Décima…Había que ser muy miserable para pedir la destitución de Lopetegui a dos días de empezar el Mundial, pero cuando se trata de echar mierda al Real Madrid, sea de una u otra manera, aquí vale todo.
Rubiales, que acaba de llegar y no podía quedar mal ante las quejas de los Manolo Lama, Roberto Gómez o Diego Torres de turno, todos ellos periodistas enemigos de Florentino Pérez, ha consumado una de las mayores vergüenzas deportivas en este país.
Si Lopetegui puede sacar algo positivo de todo esto es que ahora el madridismo le va a apoyar y a arropar mucho más. Seguro que hasta esa corriente de incrédulos que no estaban especialmente ilusionados con su fichaje van a hacer mayor fuerza por su nuevo entrenador por la forma en la que le han tratado. Son los mismos que defienden que un independentista como Piqué juegue con España, pero que no han permitido que Lopetegui pueda dirigir a su país en un Mundial por el siempre hecho de que dentro de un mes se marcha al Real Madrid. Hay que ser cazurro, borrego y mala persona. Eso sí, Lopetegui, todo el madridismo está a muerte contigo ¡Te lo mereces!
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