Y es que según ha avanzado la ‘Gazeta Esportiva’ el propio Santos va a impugnar la venta del jugador porque no está de acuerdo con que el fondo de inversión de nombre ‘Doyen’ se quede con el 4% del traspaso del jugador. Teniendo en cuenta que la venta de Rodrygo al Real Madrid se ha cerrado en torno a los 50-55 millones (impuestos incluidos), la pelea del equipo brasileño con el fondo se traduce en una cantidad próxima a los 2 ‘kilos’ que ambos quieren quedarse.
Por tanto, en vistas de que no habrá concesiones por ninguna de las dos partes, esto puede terminar en los juzgados y siendo un juez el que decida quién se queda con esos dos millones de euros. Aunque suene raro, el Real Madrid es un mero espectador en esta operación, sin embargo, que se asocie el nombre del joven Rodrygo a esta ‘guerra’ de intereses no es algo agradable. Ni para el club blanco ni para el jugador.
Es más, según esta misma noticia, el Real Madrid ya ha abonado la primera parte del pago de los 40 millones netos que ha costado el jugador (los cerca de 10-15 ‘kilos’ restantes hasta llegar a los 50-55 millones de su precio final son impuestos). Los blancos han pagado ya 13 millones de euros e irán completando el precio final con dos pagos de cinco millones de euros en septiembre de 2018 y de 2019, respectivamente, además de otro abono cuando se incorpore el jugador al Real Madrid.
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