Varane, campeón del mundo con Francia

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El fútbol fue cruel con Croacia en la final del Mundial de Rusia. Y es que el equipo liderado por Modric jugó mejor, especialmente durante la primera mitad, pero se topó con un muro de músculos y con la efectividad de una Francia que fue práctica para sumar su segunda Copa del Mundo, la primera en el palmarés de Raphael Varane. Los goles de Mandzukic en propia meta, Griezmann, Pogba y Mbappé significan el título para los galos e hicieron inútiles los tantos de Perisic y Mandzukic para los balcánicos.

El partido comenzó con una Croacia dominante y demostrando que quería ganar el partido mientras Francia esperaba su oportunidad metida en su área. Modric y compañía crearon juego y ocasiones para abrir la lata, pero fue Francia la que lo hizo con un tanto en su propia portería de Mandzukic tras una falta lateral inexistente señalada por Pitana, uno de los protagonistas de la final. El colegiado argentino premió el piscinazo de Griezmann, que ejecutó la falta peinada a su propia portería por el ex del Atlético.

Perisic, héroe y verdugo

Croacia, sin embargo, no tardaría demasiado en empatar por mediación de Perisic. El futbolista del Inter hizo un gran gol rematando entre una maraña de piernas desde la frontal del área. Los croatas vivieron sus mejores minutos, pero una nueva acción desgraciada les penalizaría al borde del descanso. Una mano de Perisic en el área tras un saque de esquina significaba un penalti muy dudoso tras el uso del VAR por parte del árbitro. 2-1 injusto al descanso.

Pogba y Mbappé golpearon en la segunda mitad

A pesar de que Croacia comenzó con mucha más fuerza la segunda mitad, los franceses aprovecharon un contragolpe aislado para poner el 3-1, obra de Pogba. Y casi sin reacción por parte de los balcánicos, que se vinieron abajo, llegó el cuarto por mediación de Mbappé. El 4-1 parecía dejar claro que la final estaba terminada, y así era. A pesar de que Mandzukic aprovechó un error de Lloris para maquillar el resultado y poner el definitivo 4-2, la ventaja gala pesó demasiado.

De este modo, Raphael Varane se proclama campeón del mundo con su selección por primera vez, mientras que Modric y Kovacic, que no jugó ni un minuto, ven pasar un tren prácticamente único en la vida. Mucho mérito para los tres, que han cuajado una excelente Copa del Mundo y que merecían conseguir el título. Sólo puede ganar uno, y esta vez la fortuna sonrió a Francia.