Para empezar, hay que decir que se considera que el césped es de alta calidad cuando su longitud es de 15 a 35 milímetros. El de esta noche es de 22 milímetros, es decir, un césped de lujo para blancos y rojiblancos. La pelota rodará a la velocidad adecuada para un partido de este calibre.
Por otra parte, como se ha dicho, se regará el verde después de los calentamientos y en el descanso. Siempre se ha dicho que, cuando se riega, la pelota rueda con más velocidad, se puede hacer un fútbol más rápido, de combinación, directo, pero, ante todo, de ataque.
Por lo tanto, esto beneficia al Madrid. Al equipo de Julen le gusta tener el balón, desgastar a los rivales moviendo el esférico de un lado a otro. Por su parte, los de Simeone prefieren que la pelota se mueva más despacio. Esto permite jugar más en bloque, sin dejar espacios. Además, para las contras, un césped rápido es malo, ya que, si no se miden bien los pases al hueco, puede que el jugador no llegue al balón a tiempo.
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