Los árbitros parecen ser más permisivos con el Barcelona y muy rigurosos con el Real Madrid en cuanto a faltas señaladas y tarjetas amarillas. El equipo merengue ha acumulado en tres partidos cinco tarjetas amarillas; en un total de 33 faltas cometidas a sus rivales. Mientras que al Barcelona en la misma cantidad de partidos, sólo se le han sacado 2 cartulinas amarillas; en un total de 23 faltas ejecutadas.
Lo que nos lleva a un promedio de una tarjeta amarilla por cada 6,6 infracciones cometidas por el Real Madrid. Mientras que, el promedio del Barça, es de apenas una tarjeta por cada 11 faltas cometidas. Esto habla de la pasividad de los colegiados con los culés y que el VAR no entra en este tiepo de ocasiones para verificar que una tarjeta está siendo bien señalada por el colegiado. Como siempre, los culés siempre salen favorecidos en este tipo de cuestiones.
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