El continuo lloriqueo de Leo Messi

El argentino protagonizó otro ridículo "espectáculo" en el partido de ayer


Messi

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Cuentan en el vestuario que la imagen del argentino en el descanso del partido era de puro enfado. Mientras que el entrenador intentaba dar indicaciones al equipo, el delantero no paraba de lamentarse y hacer comentarios sobre la expulsión de Clément Lenglet, que fue oficializada por Gil Manzano a través del VAR.

Messi, además, se pasó todo el tiempo quejándose por lo que consideraba una enorme injusticia y cuando acabó el encuentro se negó a dar la mano al colegiado. El argentino se sentía perjudicado y lo hizo saber de la forma más irritante posible.

No es la primera vez que Messi es el centro de estos tipos de provocaciones, enojos y lloriqueos. Ya el año pasado, el delantero argentino le dijo a Maffeo, el jugador del Girona que le marcó durante el partido en Montilivi, que “jugar así es una mierda”. Un ejemplo más del poco respeto que siente el jugador por el resto de sus colegas futbolistas. Cuanto más presume el Barcelona de ‘valors’ y se preocupa más de la política que del fútbol, más se vuelve ridículo...