El Barcelona-Real Madrid de este domingo será definitivo. Después de la tímida victoria ante el Viktoria Plzen, los blancos si asaltan el Camp Nou acabarán de un plumazo con la peor sequía goleador de la historia, que aún sigue coleando, y los malos resultados –cuatro derrotas y un empate- antes del duelo ante los checos. Los blancos saben que están ante su última oportunidad, la mayor parte de la plantilla quiere a Lopetegui, están con él y se están dejando el alma en cada partido pero la pelota no ha querido entrar. Es tiempo de cambiarlo todo.
El Real Madrid sabe lo que es llegar ‘herido’ al Camp Nou. De hecho, la historia apunta a que los blancos plantan cara y son más peligrosos cuando el Barcelona puede darles la estocada final. La estocada, si pierden, se la llevará Lopetegui pero no solo el vasco. Muchos jugadores también están señalados por el club y la afición. Otros no están bajo el punto de mira de la crítica, pero se espera mucho más de ellos. Y el Camp Nou es el mejor escenario posible para revertir la situación.
Los pupilos de Lopetegui llevan con la soga al cuello, a cuatro puntos del liderato del Barcelona y una derrota podría ser fatal. El Real Madrid se quedaría a siete de los azulgrana, fuera de Europa y rozando la décima posición –algo que no ocurre a estas alturas desde la temporada 2001/2002-. El segundo ‘match-ball’ de la ‘era Lopetegui’ ya está aquí, no hay marcha atrás.
Si los blancos se imponen la crisis cambiará de lado. La continuidad del vasco sería casi un hecho y el ‘marrón’ se lo pasaría a Ernesto Valverde, también criticado en ‘Can Barça’ recientemente. El Real Madrid se quedaría a un solo punto de su máximo rival, los jugadores recuperarían la confianza y las buenas sensaciones. El equipo tiene carácter y este domingo lo quiere sacar en el Camp Nou. El capitán Sergio Ramos ya lo ha avisado: “Estamos en el camino idóneo, unidos llegaremos al éxito”.
Pase lo que pase, ‘El Clásico’ dictará sentencia con el más que probable adiós de Lopetegui y quién sabe si la llegada de Antonio Conte o, más bien, todo lo contrario, la continuidad del vasco, la moral por las subes y a un solo punto del eterno rival en LaLiga. El que avisa no es traidor…
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