Los dirigentes del Real Madrid son conscientes de que las últimas palabras de Conte, en las que ha asegurado que prefiere esperar a tener “un proyecto en junio y no coger ahora un tren que ya está en marcha”, en clara referencia a la opción que tuvo de entrenar a los blancos hace apenas unas semanas, son fruto del descontento de un técnico que tensó demasiado la cuerda en las negociaciones…y la terminó rompiendo.
Es más, según le han confesado a Defensa Central fuentes muy cercanas a la directiva, en el Real Madrid ven demasiado “casual” que Conte haya roto públicamente su silencio justo ahora que se sabe que Solari va a seguir en el banquillo. Lo que nos dicen es que “ha tenido todo este tiempo para hablar y lo hace justo ahora, justo cuando hemos ganado cuatro partidos seguidos y ya no se habla del entrenador”. Toda la razón del mundo.
Lo que es evidente es que Conte no es a día de hoy entrenador del Real Madrid por varias razones pero, fundamentalmente, por culpa de unas exigencias fuera de tono, con cierto intento de poder de aglutinamiento y de querer mandar por encima de lo que debería hacerlo un entrenador. Lo que ha dicho en las últimas horas no es más que el discurso del novio despechado que ve cómo ha perdido al amor de su vida por sus excesos. Otra vez será, Antonio. O igual no…
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