A sus 26 años, Eriksen está dispuesto a cambiar de aires. Tiene contrato hasta 2020 con el Tottenham, club que está luchando para que renueve su compromiso con los ingleses, por el momento sin éxito. El Madrid tiene claro que desea contratarle porque es el jugador ideal para capitanear el centro del campo en los próximos años.
Más allá de la ‘guerra’ que puede suponerle al Madrid el sacar a Eriksen del Tottenham, los blancos ya habrían recibido, según nos han contado varias fuentes desde Londres en Defensa Central, una petición del jugador: “necesita ser titular habitual, no irá para estar en el banquillo en los grandes partidos”. Tajante, directo y con personalidad.
Dando por buenas esas palabras de Eriksen nos damos cuenta que ahora mismo, salvando la oposición del Tottenham, lo que más echa para atrás al danés es un aspecto puramente deportivo, es decir, saber cuál sería su rol en el Real Madrid. Mientras no se demuestre lo contrario, Casemiro, Kroos y Modric son los titulares de Solari en la parte media del terreno de juego. Eriksen lo sabe, fundamentalmente porque le gusta ver los partidos de los blancos por televisión, y no quiere pasarse más tiempo del deseado en el banquillo a la sombra del brasileño, el alemán y el croata.
Evidentemente, Eriksen no puede llegar al Real Madrid con la titularidad garantizada, eso es algo impensable, pero sí quiere tener unas garantías mínimas de que no será el cuarto en discordia de forma sistemática en caso de que decida fichar por los blancos el próximo verano. Como ya hemos dicho, luego está el problema (gordo) con el Tottenham. Sacar a Eriksen de Londres no será nada fácil, pero al menos la ‘partida’ parece que ya ha empezado a levantar sus primeras cartas.
DEJA TU COMENTARIO