‘Carva’ rinde siempre, donde le pongan. No va a poner mala cara nunca. Ante el Huesca, volvimos a vivir una situación parecida. Las lesiones del brasileño y el canterano obligaron al preparador argentino a reinventarse. El ‘experimento Carvajal’. Solari apostó por el ‘2’ blanco en el carril del ‘3’ y por Odriozola en la derecha, su posición natural.
La jugada no le pudo salir mejor. El ‘txuri-urdin’ dio el primero a Bale y el carrilero madrileño, a banda cambiada, jugó como acostumbra. Seguro y contundente, en defensa. Además, Carvajal sacó el balón jugado, combinando con sus compañeros y llegando al área rival si el juego lo permitía. Una ‘master-class’ de cómo debe jugar un lateral.
De esta manera, a Solari le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones y sigue ganando puntos al frente del banquillo del Real Madrid. Aunque con Carvajal de por medio, todo es más fácil. El equipo, el entrenador y el futbolista solventaron con nota el partido.
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