Uno de ellos es la incapacidad para remontar los partidos cuando empiezan mal. Lo que antes no era motivo de preocupación, ahora se ha convertido en un problema muy serio. Si el adversario marca primero, la victoria para los blancos casi nunca llega.
Los números hablan por sí solos. El Real Madrid ha sido capaz de levantar un solo partido de los últimos nueve que ha empezado perdiendo. Lo hizo en Montilivi en la 2ª jornada de Liga ante el Girona. El conjunto blanco solo remontó la ventaja inicial del equipo catalán, sino que también acabó goleando con los tantos de Sergio Ramos, Benzema (2) y Bale.
Un dato nefasto
Después de la remontada ante el Girona llegaron los encuentros ante Athletic Club, Sevilla, Deportivo Alavés, Levante, Barcelona, Éibar y CSKA -este equipo en dos ocasiones- y el balance fue nefasto: siete derrotas y un empate.
La última derrota fue precisamente ante el equipo ruso en el Santiago Bernabéu. El CSKA de Moscú encontró la ventaja y, como suele pasar últimamente, acabó el partido saliendo con los tres puntos ante los blancos. Lo máximo que hizo el Real Madrid en estos partidos fue lograr un empate después del gol inicial del Athletic Club en San Mamés. El resto de los encuentros los perdieron, y muchos de ellos por goleada.
El caso de la Supercopa de Europa
El primer partido oficial de la temporada, la final de la Supercopa de Europa ante el Atlético, dejó las primeras y preocupantes señales: el Real Madrid sí consiguió remontar el gol inicial de Diego Costa en el primer minuto de juego, pero no supo consolidar dicha remontada y acabó perdiendo el primer título del actual curso. Ya es oficial: el Real Madrid tendrá que volver a trabajar muchísimo para superar este problema, ya que parece haber perdido la capacidad de remontar…
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