Durante la celebración del gol de Asensio, Ramos mantiene una conversación privada con Nacho Fernández y Luka Modric, “Tarjeta” les dice afirmando. Tras esto, Ramos, envía un silbido al banquillo, y hace el gesto de la tarjeta y dice: “Tarjeta, ¿la busco?”. Y efectivamente así fue.
Sergio Ramos se enfrentaba ante el Ajax, pero con la condición de que si veía la tarjeta amarilla se perdería el siguiente partido, la vuelta de octavos de final de Champions en el Santiago Bernabéu. Tras marcar el segundo gol, tanto que les daría la victoria, Ramos pregunta al banquillo si busca la tarjeta, y desde allí le afirmaron la pregunta. Este pocos minutos después, en concreto en el minuto 88, derribó a Dolberg y vio la tarjeta amarilla.
Al finalizar el partido se dieron dos versiones, una en la que Ramos afirmaba que la tarjeta no había sido buscada y que ha sido algo que ha ocurrido sin intención: "Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de @ChampionsLeague, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos.
Y tras esto, poco después, cambiaría la versión, y publicaría que la tarjeta amarilla ha sido intencionada y algo que tenía en cuenta viendo el resultado: "Sí, la verdad que viendo el resultado, es algo que tenía presente. No es subestimar al rival pero a veces toca tomar decisiones y lo he decidido así. Animaré desde fuera para cerrar la eliminatoria".
Tras ver la tarjeta amarilla y haber cambiado la versión, este, según la UEFA, se perderá los dos siguiente partidos, la vuelta de los octavos de final, y la supuesta ida de los cuartos de final de Champions.
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