Gareth Bale vuelve a ser titular en el Bernabéu, y la afición lo recibió en la presentación con algún que otro pitido como ya surgió ante el Huesca.
El jugador galés del Real Madrid, Gareth Bale, ya fue protagonista en el partido frente al Huesca por la cantidad de pitidos que recibió. En el encuentro de este sábado ante el Eibar, este volvió a ser víctima del desprecio de la afición madridista debido a su mal juego, perdiendo el balón cada vez que lo tocaba, un desastre en toda regla.
Bale ya sacó de quicio a la afición frente al Huesca, tras la marcha de Cristiano, él debería ser el que tirase del carro blanco esta temporada. Pero ha surgido justo lo contrario, no ha liderado para nada el equipo, al contrario, lo ha destruido cometiendo errores graves en cada jugada protagonizado por él. A pesar de su temporada nefasta, tanto Zidane como Solari confían en él, colocándolo en la titularidad por delante de Lucas.
El Real Madrid no puede permitir que Bale cometa este tipo de fallos, los pases que ha dado a sus compañeros han ido realmente mal dirigidos. Al comienzo del encuentro tuvo una ocasión mano a mano con el portero, pero su disparo lo lanzó al cuerpo del portero. Minutos trascurridos, tuvo la oportunidad de marcar con un lanzamiento que pudo ejecutar con total libertad, pero este chutó con poca potencia.
Una primera parte desastrosa con 0-1 a favor del Eibar, pero para colmo la segunda mitad fue más de lo mismo salvo los goles de Benzema (2-1), pitidos por parte de todo el estadio. Bale en su línea, a un nivel por debajo del límite. Desde Chamartín está asumida su marcha para el mercado de fichajes de verano, incluso él es consciente de que no está al nivel como para sacar adelante al Real Madrid. En el minuto 75, Bale ha sido cambiado por Lucas Vázquez, y le afición lo despidió con una gran ovación de pitidos.
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