Zidane tendrá un decisivo cara a cara con el vestuario

Una temporada sin títulos (exceptuando el Mundial de Clubes) es lo que obliga al Real Madrid a ponerse manos a la obra. Desde febrero perdieron el entusiasmo de pelear por la Liga y la Copa del Rey, además de recibir un fuerte ‘batacazo’ al permanecer eliminados de la Champions tras la remontada que ejecutó el Ajax en el Santiago Bernabéu. El madridismo se ha mantenido en silencio, sin nada que celebrar, la única salida es reformar la plantilla.

(Zidane ha puesto los codos sobre la mesa, y hará todo lo posible por ensanchar el equipo y la alegría de la afición.) Florentino está negociando con los mejores clubes de Europa para sacar algo positivo, con un ajetreo de papeles fuera de la normalidad. El francés no para de decirlo: "Va a haber cambios en la plantilla, eso está claro". "Evolución, no una revolución". Zizou no dará salida a muchos futbolistas, pero sí tratará de buscar cuales son esos jugadores que disminuyen el nivel del Real Madrid en cada partido.

Gareth Bale es por ahora el jugador que abandonará las filas blancas con total certeza, su buen rendimiento ha llegado hasta aquí, no puede seguir defendiendo al mejor equipo del mundo. Kroos y Marcelo, son dos componentes que también ha mostrado un nivel rebajado, pero que tras el regreso de Zidane, parecen haber recargado las pilas mínimamente. Navas y Varane son aquellos que mantienen dudas sobre su futuro, aunque el francés ya ha comunicado en varias ocasiones que son importantes para el equipo, es complicado que se ejecute su marcha.

Los deberes para Zidane están sin hacer, de momento tienen la forma de progreso, no se sabe que pasará. Lo que está claro es que en la próxima temporada, no veremos al mismo Real Madrid, eso es verdad. Los jugadores tienen todo un verano para reflexionar, para analizar que ha podido ocurrir, puede que eso sirva como castigo.