Ahora, con el regreso de Zinedine Zidane y su intención de hacer una reestructuración de la plantilla, el galés está en el ojo del huracán y en la rampa de salida. El aficionado blanco, en el duelo ante el Eibar, estalló ante el jugador, dedicándole pitos cada vez que tocaba el balón y una sonora pitada cuando fue sustituido. El preparador francés, por su parte, en su casting de cara a la próxima temporada, tiene muy claro que hará con él.
Zizou no cuenta con él. De hecho, sus dos suplencias ante el Valencia y el Leganés lejos del Bernabéu, son una clara muestra de ello. Pero, independientemente de los pitos de la afición y la intención de su entrenador, Bale, según ha informado Jugones, quiere quedarse en el Madrid la próxima temporada y, por medio de su agente Jonathan Barnett, se lo ha transmitido. (Gabriel Jesús y Sané se 'marchan', ¿oportunidad para el Madrid?)
El deseo de Bale es continuar su carrera vestido de blanco y cumplir su contrato, que finaliza en junio de 2022. Pero los de Chamartín, más concretamente Zidane, tiene claro que el galés será una de las salidas este verano, aunque su salida, como se esperaba no será nada fácil. El Madrid lo sabe, Zidane también y la Premier, donde sigue teniendo mucho cartel, también.
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