Zidane quiere que su equipo 'muerda' en la presión; eso se evidenció ante el Villarreal con la recuperación de Brahim en el 1-0.
Zinedine Zidane cambiará de dibujo en la próxima temporada y pasará al 4-2-3-1, tal y como anunciábamos hace algunos días. El marsellés tiene claro que toca cambiar el 'chip' y que la mejor forma es cambiar el sistema y el rol de los jugadores. Tiene claras las bases para ejecutarlas en la próxima temporada.
Una de las primeras grandes medidas que quiere implantar en su nuevo sistema es el de la presión tras pérdida e intentar robar en campo contrario. Zidane es consciente de que el equipo está mucho más cómodo si atacan y tienen ellos el balón durante el encuentro, para ello es fundamental tirar una buena línea de presión para permitir las recuperaciones en la zona ancha del campo.
Adelantar a la zaga e ir a buscar al contrario en campo contrario es algo que quiere implantar Zidane, como base, en su nuevo Madrid que tiene en mente. Zizou tiene claro que será más sencillo llegar arriba para marcar si los suyos se mueven a ‘asfixiar’ la salida de balón del contrario. Quedó claro en el 1-0 ante el Villarreal. (Última hora: Zidane se ha reunido con 4 jugadores, ¡a 3 de ellos no los quiere!)
Corría solo un minuto de partido y el Madrid fue a lo que incidimos que pide Zidane, robo en campo contrario, Brahim que presiona a Santi Cazorla (creador del equipo rival) y Mariano le acompaña en una feroz presión zonal que le deja sin espacios. El ‘agobio’ madridista surte efecto y en la zona de tres cuartos, tras el robo de Brahim Díaz, Mariano lo tiene todo de cara para marcar el primer gol. En eso seguirá insistiendo el técnico para que vuelva a ser una de las señas de identidad como en 2017, el año del glorioso doblete de Zizou en el Bernabéu.
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