El brasileño se reencontrará en Anoeta con Rulli después del penalti que le hizo en el Bernabéu que dio paso a la célebre frase ya del “Todo OK, José Luis”
"Nada, fuera, nada, nada. Tiramos para adelante. Todo OK José Luis", la frase pronunciada por el colegiado Melero López desde el VAR en el duelo de la primera vuelta entre el Real Madrid y la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu es ya historia de la Liga. El colegiado del partido Munuera Montero no vio el clarísimo penalti de Rulli a Vinicius y desde el VAR no lo ayudaron lo más mínimo.
Aquel partido dio para mucho más. El capitán blanco, Sergio Ramos, ofreció el título del Mundial de Clubes al aficionado madridista y lo que parecía comenzar como una gran fiesta, acabó convirtiéndose en un ‘funeral’. La Real, con los goles de William José de penalti y de Rubén Pardo, asaltó el Bernabéu casi 15 años después y el público estalló contra todos, principalmente contra Marcelo.
El segundo capitán fue uno de los grandes señalados. Sin embargo, ese día nació una estrella. Vinicius se reivindicó y tiró del carro, muy pesado, del Madrid. El joven crack brasileño fue el único que generó peligro en el bando y dejó al estadio rendido a sus pies. Desde entonces, su irrupción ha sido imparable hasta convertirse en una de las pocas grandes noticias del club blanco esta temporada. (Zidane recuerda los triunfos europeos y no se 'moja' sobre Bale)
Su atrevimiento y desparpajo de aquella noche quedó demostrado a prueba de bombas. ‘Vini’ fue el gran protagonista del partido por su actuación y por la famosa acción del penalti con Rulli. Ahora, el carioca, con el objetivo de acudir a la Copa América, ya está totalmente recuperado de su grave lesión y dispuesto a saldar su cuenta pendiente con el portero argentino y la Real Sociedad para demostrar a Zidane que puede tener un papel importante en su nuevo proyecto.
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