En cuando a esta difícil situación, hasta lo que sabemos, Neymar no juega porque cree que su salida del PSG es inminente. La directiva quiere deshacerse de él, pero obviamente no quiere malvenderle (y mucho menos después de la elevada cantidad que pagó el club parisino por él hace dos años). Por ello quieren que, mientras no se haya tomado una decisión sobre el futuro del jugador, quieren que juegue como una postura de ‘fuerza’, situación que hará que el brasileño no pierda cartel a la hora de vender, y los demás equipos interesados vean que ‘no tienen necesidad de vender’ y si el jugador no sale por el precio o con la condición que se pide, seguirá jugando en París, que para eso sigue teniendo contrato en el club.
Por otro lado -aunque fuentes afirman que está recuperado de la lesión que le apartó de los terrenos de juego en la Copa América a pesar de que le tienen apartado de los entrenamientos-, no se sabe si el jugador lo está al 100% como para jugar un partido. Además, cuando un jugador entra en la situación de enfrentamiento permanente con la afición (en París ya le insultaron el otro día y mostraron pancartas de odio al brasileño), las altas esferas del club e incluso con la prensa parisina, lo mejor es quitártelo de en medio cuanto antes.
Aún así, nada de eso quita que el que se encuentra entre la espada y la pared es Tuchel, que ahora mismo podría encontrarse en una situación parecida a la que vive Zidane con Gareth Bale y James Rodríguez. Si les tienes en la plantilla, tendrán que jugar. Si la principal preocupación de Neymar es la afición, deberá tener en cuanta que ésta tiene poca memoria, y si por fin deciden que el jugador esté sobre el terreno de juego el domingo y logra hacer un buen partido con goles, la afición le perdonará, ya que lo que quieren es que el equipo coseche buenos resultados, siga en la cima de la clasificación de la Liga francesa, y consiga llegar lejos en la Champions League.
DEJA TU COMENTARIO