El técnico francés repitió su pizarra, aunque cambió varias piezas. Más allá de las obligadas por sanciones (Ramos y Nacho) o lesiones (Marcelo) y la entrada de Militao y Mendy, Zizou apostó por el mismo centro del campo (Casemiro, Kroos) y dio entrada a Hazard y Bale en la delantera junto a James y el ‘9’ Benzema.
Sin embargo, esta vez el resultado no pudo ser peor. El Madrid, con un balance defensivo nulo y con escasa participación de los hombres de arriba, firmó un partido desastroso y del que se pueden sacar muchas conclusiones y todas ellas negativas. Los de Zidane apenas inquietaron a los defensas del club parisino, menos aún el área de Keylor.
Definitivamente, el técnico francés, más aún sin Modric lesionado, ha olvidado el habitual 4-3-3 que estaba usando hasta ahora y se ha instaurado en un 4-2-3-1 con un James estelar llevando la batuta. Lejos quedan ya el 3-5-2 mostrado ante el Salzburgo y la Roma en pretemporada, pero los resultados siguen sin llevar. La única nota positiva es que aún queda fase de grupos para darle la vuelta.
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