Sin embargo, Odegaard no lo ha tenido nada fácil desde su llegada al club blanco en enero de 2015. El noruego empezó en el Castilla antes de marcharse a Holanda un año después como cedido en el Heerenven y luego en el Vitesse. En total, dos temporadas y media lejos del Santiago Bernabéu. Hacía las pretemporadas en el primer equipo, pero no convenció ni a Zinedine Zidane ni a Julen Lopetegui.
Así, el futbolista, de 21 años, ha ido creciendo hasta ‘romperla’ definitivamente la pasada temporada. El Madrid confía mucho en su proyección y, antes de confirmar su cesión a la Real, le renovó su contrato hasta el 30 de junio de 2023 con una cláusula de rescisión ‘galáctica’ de 350 millones de euros, por los 80 ‘kilos’ de la anterior. (Noticia DC: James le está haciendo ganar mucho dinero al Madrid)
Es decir, la cantidad es prácticamente prohibitiva a día de hoy para cualquier equipo del mundo por un jugador con mucho futuro, pero que aún no ha terminado de explotar ni en una de las grandes ligas ni en un equipo grande. Aunque Odegaard va por muy buen camino y, pese a tener la cesión la Real por dos temporadas, el Madrid apunta a que lo repescará el verano que viene.
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