Si hay dos cosas que jamás deberían mezclarse, esas son la política y el deporte. Una ley obligatoria en el Santiago Bernabéu, con el club blanco, y que se pasan por el forro en el Camp Nou. Un club político, que vive por el independentismo, y que pasa olímpicamente de todos aquellos seguidores que no son catalanes. Solo les importa los que pasean la ‘estelada’ por el campo, a juzgar por su último comunicado.
En el famoso 1-O de 2017 ya se lío en el Camp Nou. Multitud de protestas por las calles y afectando directamente al fútbol. El Barça jugó a puerta cerrada ante la UD Las Palmas en un partido que dejó una tristísima estampa con el campo vacío. El Real Madrid ha activado sus alarmas ante la inminente visita contra los azulgranas. Será en apenas 12 días y será la vuelta del Barça a su estadio. El 26-O estará todo todavía muy fresco y en Chamartín se temen una encerrona, por ello, duplicarán su seguridad antes y después del evento.
El partido es a las 13:00 horas y el Real Madrid tiene previsto viajar a la Ciudad Condal el viernes por la tarde. No va a variar sus planes ya que tiene que hacer noche en Barcelona debido al horario del Clásico. El club blanco sigue el orden estipulado, aunque eso sí, doblará su seguridad en el hotel en el que se hospede y también en el recinto culé. En Madrid se espera que no se hable de otra cosa más allá que de fútbol durante el sábado 26 de octubre.
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