Noticia DC: el ‘miedo’ que tiene el Madrid para el Clásico

En la capital se teme que el desafío independentista afecte a lo que suceda en el terreno de juego.


Florentino, Zidane, Pique, Bartomeu,

Florentino, Zidane, Pique, Bartomeu,




El clima en Barcelona no es el mejor para disputar uno de los espectáculos deportivos más esperados del año. Ni para los futbolistas, los colegiados, ni tampoco los aficionados. La presión será mucho mayor que en otras ocasiones y se teme que pueda pesar en determinadas decisiones. Mucho más complicado será el partido si uno de los clubes que participa se postula en una posición muy lejana a lo que supone un Estado de Derecho. Justo lo que siempre ha defendido el Real Madrid y por lo que en muchas ocasiones se le ha tildado de calificativos repulsivos, que nada tienen que ver con la identidad del club.

El club presidido por Josep María Bartomeu no comparte -ni acata- la sentencia del Tribunal Supremo y así lo ha expuesto esta mañana en un comunicado. Hace muchos años que el Barça decidió alejarse de lo que verdadermente es -un equipo de fútbol- para adoptar una conducta propia de la esfera política. De hecho, esta coyuntura no es la primera vez que se da en el Camp Nou. El 1-O de 2017, con motivo de protesta, el club decidió jugar su partido ante la UD Las Palmas a puerta cerrada. Por no hablar de las incalculables esteladas y tifos de carácter secesionista que el club ha permitido exhibir en su campo. Todo un escaparate para los independentistas, a los que solo el club parece tener en cuenta y representar. Así las cosas, tal y como ha podido saber Defensa Central, desde la cúpula del Real Madrid se ha dado la orden de duplicar su cuerpo de seguridad para el partido del próximo 26 de octubre. 

El conjunto blanco nunca se ha posicionado políticamente en favor de una u otra postura política. El fútbol es lo único que mueve y preocupa al Real Madrid. El club respeta la pluralidad y diversidad de pareces de sus socios y por ello jamás se ha manifestado en política. Hay cosas que nunca se deben mezclar en la vida y el fútbol y la política es una de ellas. Por ello, lo único que debe ser protagonista sobre el campo el próximo 26 de octubre es lo que suceda precisamente ahí y no en otro lugar.