En Mallorca tuvo que llegar la primera derrota del Real Madrid. En un estadio, Son Moix, dónde a priori los blancos llegaban como favoritos. Muchos jugadores se quedaron en Valdebebas para poder preparar el partido y saltaron al césped con la sensación de no haber descansado ni un solo minuto. Zidane dio la oportunidad a algunos como Jovic e Isco y no tuvieron nada de protagonismo. Además, la sensación de distracción durante muchas fases del encuentro fue evidente. El Mallorca supo jugar sus cartas y dejó tres puntos en casa que saben a gloria.
Dicen que las prisas nunca son buenas. Que se lo digan a Álvaro Odriozola que, pasado de frenada, hizo una entrada sin venir a cuento con la que acabó expulsado. Aún restaban quince minutos en el marcador y el Real Madrid podía seguir intentando la remontada. Sin embargo, cualquier intento futuro acabaría esfumándose debido a la acción que cometió el lateral vasco. Los blancos ya no tendrían posibilidades de dar la vuelta al marcador. (El motivo por el que Odriozola no tuvo la cabeza en Son Moix).
Tras cometer dicha insensatez, Odriozola quiso pedir perdón al vestuario. Sabía que se había equivocado y alegó "las prisas por empatar" como el factor que le llevó a tomar esa decisión. El equipo aceptó las disculpas y también asumió su parte de responsabilidad. El próximo martes tendrán que disputar una nueva visita complicada (Galatasaray en Champions) y un tropiezo más podría dejar al Madrid con muy pocas opciones de pasar a octavos de final.
Tras cometer dicha insensatez, Odriozola quiso pedir perdón al vestuario. Sabía que se había equivocado y alegó "las prisas por empatar" como el factor que le llevó a tomar esa decisión. El equipo aceptó las disculpas y también asumió su parte de responsabilidad. El próximo martes tendrán que disputar una nueva visita complicada (Galatasaray en Champions) y un tropiezo más podría dejar al Madrid con muy pocas opciones de pasar a octavos de final.
DEJA TU COMENTARIO