El técnico francés apostó por un novedoso y sorprendente 3-5-2 con tres centrales (Varane y Militao repitieron, mientras que Ramos y Nacho jugaron uno cada uno) y dos laterales muy abiertos (Carvajal y Marcelo disputaron los dos). La nueva pizarra le dio resultado ante el conjunto austriaco y lo mantuvo durante todo el choque (0-1), mientras que ante los italianos (2-2 y derrota en penaltis) apenas aguantó el primer tiempo.
Sin embargo, a Zidane no le terminaron de convencer las pruebas que hizo en verano por diferentes razones y por eso no le ha dado ‘salida’ en la temporada oficial. Sin ir más lejos, el preparador blanco cree que ese sistema ‘ahoga’ a Marcelo y Carvajal, que no sorprenden tanto desde atrás como lo hacen cuando juegan en la línea de cuatro.
De esta forma, Zizou, desde el comienzo de la temporada oficial, ha apostado por su habitual 4-3-3 o 4-4-2, haciendo desaparecer del mapa ese 3-5-2 con el que sorprendió en pretemporada. Lo deja para situaciones de emergencia o en caso de muchas ausencias en puestos muy determinados. Así, Militao y Nacho se erigen como los dos más perjudicados.
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