Y es que la lesión del gallego no ha llegado fruto de un golpe en el entrenamiento o haciendo cualquier ejercicio dentro del césped. Ha sido en el gimnasio. La mala suerte ha querido cruzarse en el camino del canterano del Real Madrid porque se le ha caído una pesa sobre el pie y ahí ha estado el origen de la lesión que ha sufrido el madridista.
Lucas había trabajado muy bien durante el parón y estaba con muchas ganas de cara a esta recta final de 2019 que se avecina. Sin embargo, esta inoportuna lesión podría dejarle sin competir hasta el inicio del nuevo año 2020. Todo irá en función de cómo evolucione.
Sin llegar a ser un episodio tan dramático, lo cierto es que esta lesión de Lucas recuerda un poco a la que sufrió Cañizares en el año 2002, antes del Mundial de Japón y Corea. En aquel momento, al portero se le cayó sobre un dedo un bote de colonia y eso le impidió acudir a la cita mundialista. De hecho, Casillas se vio beneficiado y ejerció como titular de la selección en aquel campeonato. Cosas del azar. Hoy le ha tocado a Lucas como antes le tocó a Cañizares y, seguramente, habrá habido muchos más casos en el mundo del fútbol que tengan relación con este tipo de lesiones fortuitas.
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