El Clásico corre peligro y si la RFEF lo decide, se jugará en campo neutral

El Comité de Competición tiene derecho a cambiar la sede del partido por fuerzas mayores, según dictamina el artículo 42.3.a)


Clásico

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A siete días para que el balón ruede sobre el césped del Camp Nou y de comienzo el tan deseado Clásico despues de haberse retrasado (la fecha inicial prevista era para el 26 de octubre), la tensión aumenta. Un comunicado oficial de Tsunami Democràtic aseguraba ayer por la mañana que más de 18.000 personas estaban dispuestas a bloquear los accesos al estadio del FC Barcelona el día del partido, con la certeza de que el mundo debía ver lo que estaba pasando en la ciudad de Barcelona.

Ante el desorden que está previsto el día del partido y ante la negativa del conjunto culé a tomar cartas en el asunto, será la RFEF la que tendrá que buscar una solución al conflicto que promete ser grave. (El último ejemplo de que el Barça-Madrid no es nada seguro). Por lo tanto, en la reunión que se ha celebrado esta mañana para tratar este asunto, se ha barajado la posibilidad que tiene la misma Federación para llevar el Clásico a campo neutral. 

Por ello, la Federación tendrá el apoyo del artículo 42.3. de los Estatutos de la RFEF, que asegura que "Con independencia del ejercicio de las facultades disciplinarias que son propias de los órganos federativos de esta naturaleza, corresponden a la RFEF, por sí o a través del órgano en quien delegue (el Comité de Competición), las siguientes competencias: Suspender, adelantar o retrasar partidos y determinar la fecha y, en su caso, lugar de los que, por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente, no puedan celebrarse el día establecido en el calendario oficial o en las instalaciones deportivas propias". (Oficial: el árbitro del Clásico, un peligro, y DC te lo adelantó)

Mientras tanto, el FC Barcelona sigue con su postura inicial: la que asegura la seguridad en el estadio, mientras que el Real Madrid está a la espera de lo que se le dictamine, aunque hasta ahora no han pedido que el encuentro se celebre en un campo neutral. A una semana para que ruede el balón en uno de los partidos con más afluencia mundial, la seguridad no está garantizada, y se espera que la RFEF actúe con cabeza.