El elemento diferencial en la final de la Supercopa puede estar en la portería.
El destino, siempre caprichoso, ha querido que Real Madrid y Atlético disputen un nuevo derbi a casi cinco mil kilómetros de la capital de España. Una finalísima en Arabia Saudí de la que saldrá el primer vencedor (y el primer vencido) del 2020. La Supercopa de España puede marcar el inicio de un año dónde, en el caso del conjunto blanco, se opta a todos los títulos. Es un hecho que Zinedine Zidane confía plenamente en su plantilla para volver a lo más alto. La portería es un cerrojo, la eficacia defensiva obtiene registros que no se veían hace décadas, y el centro del campo juega como nunca.
Este
Real Madrid gana y convence.
Zinedine Zidane ha pasado de estar en la cuerda floja tras el famoso partido ante el
Galatasaray, a recuperar la confianza de la afición y, lo que es aún más importante, de sus propios jugadores. El técnico francés tiene a su disposición de nuevo al mejor Isco, al mejor Courtois, al mejor Benzema, al mejor Kroos... No es casualidad que sea con 'Zizou' en el banquillo cuando han vuelto a recuperar su mejor nivel.
(Noticia DC: Courtois, el muro que sostiene al Real Madrid).
Sí, es cierto que
Zidane es un magnífico gestor de grupo. Sin embargo, que lo sea no resta que, igualmente, sea uno de los mejores entrenadores de la historia. Es inexplicable que un 'gestor' gane tres
Champions consecutivas y, con él al mando, jugadores que parecían sentenciados hayan resurgido de sus cenizas.
Isco es el mejor ejemplo de ello y
Courtois, que el año pasado estaba de capa caída, también. Ahora se no entiende un
Madrid sin el belga bajo palos. Solo ha recibido goles en cuatro de sus últimos trece encuentros
(Real Sociedad, PSG, Valencia X2). Courtois y
Oblak serán, sin lugar a dudas, dos jugadores determinantes en la final del próximo domingo
(Jeddah, 19:00 horas). Es cierto que la figura del esloveno en los últimos años ha sido más importante para el
Atlético que la de
Courtois para el
Madrid. No obstante, el ex del
Chelsea atraviesa su mejor momento desde que aterrizó en el
Santiago Bernabéu y ahora puede decirse, sin tapujos, que le planta cara.
Oblak recibió dos goles del
Barça en
Arabia Saudí (con un papel un tanto cuestionable), mientras que
Thibaut solo recibió un tanto de penalti y volvió a ser resolutivo. Por ello,
Defensa Central apuesta por él.
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