El uruguayo, con el sistema de cinco centrocampistas, cayó más a banda derecha y fue un auténtico puñal con Carvajal, haciendo mucho daño tanto por dentro como por fuera. De hecho, tuvo la más clara del partido, no desde el costado diestro y sí como si fuera un ‘9’ más, pero remató muy picado y estrelló el balón en su propio muslo. Incomprensible el falló cuando todo el madridismo cantaba ya el gol.
No fue el héroe en esa acción, pero sí lo fue minutos después con su expulsión. Morata, a falta de cinco minutos para la tanda de penaltis, enfiló la portería blanca ante Courtois y Valverde, sin ninguna opción de robar el balón o molestarle para tirar, se lanzó al suelo para cortar la contra. El colegiado Sánchez Martínez, sin necesidad de consultar nada con el VAR, lo expulsó, pero el servicio a su equipo fue muy rentable con la victoria final.
Acción totalmente entendible e, incluso, Diego Pablo Simeone, le despidió con un gesto cariñoso. Su actuación, dejando a un lado ese fallo garrafal casi en boca de gol, fue sublime. Así, Luis Enrique y su staff técnico lo nombraron MVP de la final de la Supercopa de España 2020. Otra alegría más para un jugador que ha irrumpido con fuerza en el primer equipo del Madrid.
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