Ha pedido que hasta la fecha del partido no se ofrezcan entrevistas, actos ni fiestas para no desconcentrar a la plantilla
La cuenta atrás ya ha empezado para que Real Madrid y Manchester City se vean las caras (26 febrero Santiago Bernabéu). A ocho días para que ruede el balón en la ida de los octavos de final, ambos equipos ya empiezan a concentrarse en lo que será un partido vital para la temporada. Zidane ha recuperado a casi todos sus hombres a excepción de Asensio. Guardiola, por su parte empieza la cuenta atrás metiendo a sus jugadores en una auténtica burbuja para avitar distracciones.
Por ello, su decisión final ha sido prohibir a la plantilla todo tipo de acto público que conlleve una distracción sobre el encuentro, y quiere evitar entrevistas, actos, fiestas e incluso cenas familiares que puedan llevar a distracciones mayores si sale el tema del partido.
Guardiola tiene el partido del
Santiago Bernabéu entre ceja y ceja por dos razones. La primera, porque la
Premier la tiene prácticamente imposible de conseguir salvo milagro, y la segunda, porque este es el último año que podrán disfrutar de la
Champions League hasta que el
City cumpla la sanción impuesta por la
UEFA. (Las vergüenzas de Guardiola... ¡700 millones y todavía se queja!)Mientras que el
Real Madrid visitará el
Ciudad de Valencia el próximo sábado para medirse al
Levante, el
Manchester visita al Leicester en un duelo crucial por el segundo puesto de la Premier, por lo que antes de viajar a Madrid tendrá un importante encuentro en el que no podrá reservar a casi nadie.
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