Roger Martí debería haber sido expulsado en la primera mitad tras realizar dos plantillazos sobre Sergio Ramos, el cual, sí que fue amonestado en el minuto 10 por una jugada similar pero mucho más leve.
El árbitro demostró el doble rasero desde el comienzo del encuentro ya que el Levante mostró sus intenciones de plantear un partido trabado y con entradas peligrosas como son los plantillazos no castigados con tarjeta.
Luego otro tema paralelo son los penaltis no señalados en el área levantinista. El Levante tuvo dos jugadas que acabaron con despeje gracias a que las manos defensoras ayudan a paliar el peligro blanco.
La primera se producía tras un control de Isco, que gracias a su orientación del balón había logrado zafarse del defensor con un autopase pero la mano del defensor paraba cualquier posibilidad.
La segunda se producía tras un rechace dentro del área en el que el balón se quedaba en buenas condiciones para Sergio Ramos que seguidamente tocaba con la mano y ésta sí que era señalada por el colegiado.
DEJA TU COMENTARIO