En Italia ha ocurrido lo que nadie se esperaba. El Barça ha estado a un paso de tener mucas opciones de caer eliminado de la Champions tras empatar ante el Nápoles por 1-1. Ni el propio Messi ha hecho posible que el sueño se cumpla, el conjunto azulgrana se encuentra en estado de desesperación.
El fichaje de Braithwaite de poco ha servido. El delantero danés no es un acierto por parte de Bartomeu. A lo largo de la semana han vivido con falsas ilusiones, y el karma ha actuado de manera justa.
Al Barça solo le queda luchar por la Liga, aquella competición en la que tampoco está dando sensaciones muy positivas pese a las ayudas de sus amigos los árbitros les están aportando. Aún queda la vuelta en el Camp Nou, no está todo decidido.
La lesión de Suárez le está pasando factura, y es que la propia directiva derrochó a sus jóvenes promesas para traer a Martin. Partido muy positivo del club napolitano que supo plantar cara durante los 90 minutos, nuestra mayor enhorabuena.
Solo queda que el Madrid dé un golpe sobre la mesa este miércoles ante el City, y ahí es cuando más de uno debe esconderse por hablar de más. De momento, el Barça pinchazo que nadie se esperaba.
He de añadir que los árbitros han ayudado. Han perdonado una roja a Busquets y Piqué. El propio Piqué se marchó lesionado, será duda para el Clásico. Ter Stegen volvió a ser el salvador.
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