Su juventud y calidad han hecho que los grandes equipos de Europa, entre ellos el Real Madrid y el Barça luchen por uno de los jóvenes talentos que han surgido de la plagada buena cantera que tiene Francia. El equipo culé ha tanteado a su entorno y el equipo preguntó al club galo para conocer las condiciones.
El Rennes quiere obtener alrededor de 50 millones por su fichaje haciendo que Camavinga quede descartado porque es, tal y como aseguran fuentes del club catalán, “carísimo”. Ese motivo es un poco vergonzoso para un equipo de tal identidad como el FC Barcelona que está en la cuerda floja en relación a financiación económica.
El equipo culé había realizado informes del mediocentro muy favorables situando al futbolista como uno de los mediocentros con más futuro de Europa, pero el club catalán ve un hándicap en el joven futbolista de origen angoleño. Le falta versatilidad, le cuesta jugar en la demarcación de interior y solo se desenvuelve –eso sí, de maravilla– en una posición: la de pivote.
Además, alegan que actualmente el equipo culé cuenta con Sergio Busquets, que aunque ya está en la etapa final de su carrera tiene en Frenkie de Jong a un grandísimo relevo. Por todo ello el Barça ha salido de la pugna por Camavinga y optará por un perfil más polivalente.
Por ello, las excusas que utiliza el club son patéticas para evitar alegar que el problema que tienen es la falta de dinero. El equipo se encuentra en la cuerda floja del Fair Play Financiero y está recurriendo a medidas desesperadas como la reducción del 70% del salario de todos sus deportistas incluyendo la sección de fútbol para poder hacer frente al parón por coronavirus. (El ‘11’ ideal, repleto de rumores, que podría formar el Real Madrid)
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