Como es lógico, pese a ser un Real Madrid que logró enamorar a muchos y acabar con la racha del FC Barcelona de Pep Guardiola, al conjunto blanco también le tocó perder, y sufrir derrotas inmerecidas. Una de ellas, y la que peor recuerda Mourinho es la de la semifinal de la Champions League frente al Bayern de Múnich en la tanda de penaltis.
Aunque Iker Casillas hizo lo propio y puso al conjunto blanco por delante dos veces tras detener dos penaltis, no era la noche de Cristiano Ronaldo ni tampoco de Kaká, que por aquel entonces eran los especialistas en los 11 metros, y sin embargo fallaron de cara a gol. Sergio Ramos tampoco tuvo la noche, y su lanzamiento quitó todas las esperanzas al Madrid.
"Por desgracia, eso también es el fútbol... Cristiano, Kaká, Sergio Ramos... Son tres auténticos monstruos de fútbol, de eso no hay ninguna duda, pero también son humanos. Aquella noche es la única vez en toda mi carrera como entrenador en la que he llorado después de una derrota”.
“Lo recuerdo bien... Aitor (Karanka) y yo parados delante de mi casa, dentro de mi coche, llorando... Fue muy duro porque aquella temporada 2011/12 éramos los mejores", relata Mourinho aún con la espina clavada.
Aunque al año siguiente tendría otra oportunidad, Mourinho sabía que de haberse ganado, era el año del Bayern, pues era cuando el Real Madrid estaba más fuerte. Sin embargo, un año más tarde fue otro equipo alemán, esta vez el Borrussia el que acabaría con el sueño de ser campeones de Europa de la mano de Mou.
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