LaLiga y la Champions, si todo va según lo previsto, van a volver y el elenco dirigido por Zinedine Zidane encara 11 partidos en la pelea por el título liguero antes de poner el foco en la máxima competición continental con ese duelo de vuelta ante el Manchester City en el Etihad Stadium, donde los blancos deben remontar el 1-2 de la ida, y todo ello lo harán a puerta cerrada.
Y este que, para lo bueno, lejos del Santiago Bernabéu; y para lo malo, en casa, el Madrid se jugará los dos títulos más importantes de la temporada sin público, algo que puede influir de forma trascendental en el estado anímico de los jugadores durante un partido. (Exclusiva DC: la frase gloriosa que ha soltado Hazard al estar al mismo ritmo)
De ahí, emana la necesidad de ver a un líder en el equipo y Ramos, comprometido siempre, está muy motivado por los dos retos enormemente ilusionantes que están por venir en medio situación muy dura por todo lo que ha ocurrido con la pandemia en las últimas semanas y meses ya.
El central es consciente de que el equipo está ante un momento clave de la temporada y ya comenzó días atrás a dar ejemplo ejercitándose en el gimnasio de su vivienda como un auténtico jabato de cara al regreso la semana pasada de los entrenamientos. Actitud muy valiosa que debe secundar sobre el terreno de juego a mediados del mes de junio.
Como decimos, el Madrid se lo va a jugar todo sin aficionados y Ramos debe dar un paso al frente demostrando su jerarquía sobre el terreno de juego y alzando la voz siempre que sea necesario porque todas las miradas, en medio del silencio de los estadios, van a estar puestas en él.
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