La brutal frase que Mou le dijo a Guardiola antes de fichar por el Madrid

El portugués retrató a Guardiola antes de fichar por el Real Madrid: "No montéis la fiesta, que el partido no se ha terminado".


Mourinho

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Sin duda alguna, Mourinho tiene mil historias que contar, y probablemente no nos aburriríamos de ninguna. Pasando por todas sus etapas como entrenador en los diferentes clubes que ha tenido el placer de dirigir, no hay nada que no acepte que las mejores han sido bajo el mando del Real Madrid, y como no, sus meses de antes de convertirse entrenador del club blanco.

Año 2010. Estadio Camp Nou, Barcelona. Minuto 28 de partido. El FC Barcelona de Pep Guardiola luchaba por conseguir su ansiado pase a la final de la Champions League, que se jugaba en el Santiago Bernabéu. Mourinho, que por aquel entonces ya se preparaba para una guerra contra Guardiola, ganó en la ida por 3-1, y en Camp Barça tenía como principal misión mantener el marcador.

Como ya dictamina la costumbre, el FC Barcelona recibió alguna ayuda extra, y antes de que se cumpliera la media hora de partido, el Inter del portugués ya jugaba con uno menos después del circo que protagonizó Busquets al recibir un golpe de Thiago Motta en un lance de juego. Guardiola, que veía la remontada a la vuelta de la esquina, llamó a Ibrahimovic para darle nuevas instrucciones ante esta situación distinta del partido. (Mou narra su momento más duro en el Madrid: "Nos quedamos llorando en el coche")

Esta situación la aprovechó José Mourinho, que había visto la sonrisa de oreja a oreja de los aficionados del Camp Nou al ver que el equipo rival tendría que aguantar lo que restaba de encuentro con un jugador menos (con suerte). Mientras Guardiola daba instrucciones a Ibrahimovic, el portugués se les acercó y pronunció una frase para el recuerdo, según ha desvelado él mismo  en una entrevista con la Gazzetta dello Sport.


"Cuando Busquets cae casi noqueado, yo estaba en diagonal entre nuestro banquillo, el suyo y el sitio donde Motta es expulsado. Por el rabillo del ojo vi al banquillo del Barcelona celebrándolo como si ya hubieran ganado y a Guardiola llamando a Ibra para hablar de táctica en 11 contra 10. Yo solo le dije: "No montéis la fiesta, que el partido no se ha terminado".

Lo cierto es que Mourinho tenía razón, y nada había acabado aún, porque esa fue la primera batalla que Mou ganó a Pep aun teniendo todas las de perder, y es que como él mismo asegura, "En las gradas tienes tiempo para vivir el drama. Al límite puedes rezar pero en el campo tienes que encontrar soluciones. Esta fue la derrota más maravillosa de mi carrera: no perdimos 1-0, ganamos 3-2 en condiciones épicas". Una derrota que le llevó a una final de la Champions y  que sin duda alguna será muy difícil de olvidar.