El Real Madrid se enfrentará en su próximo partido contra el Eibar, y Zidane cumplirá su encuentro número 200 al cargo del conjunto blanco. Ha obtenido 133 victorias, 40 derrotas y 26 empates, lo que honra como un entrenador excepcional allí donde los haya. Triunfó como jugador, se marchó entre lágrimas, y ahora está haciendo su labor de manera magnífica como técnico.
El primer partido del Madrid después de un largo parón será especial para todos, aunque será Zidane el que hará su aniversario. No le gustaría que su duelo número 200 acabase en derrota o empate, y por ello insiste tanto en los entrenamientos. Las charlas que ha dado en el vestuario son dignas de seriedad y profesionalidad. Quiere que todo salga bien, y que sus pupilos se encuentren de la mejor manera posible físicamente.
Es consciente de que tiene La Liga a un paso, y que un mínimo error podría dejarles sin probabilidades de ganarla. Su mayor rival será el Barça de Setién. En los dos Clásicos disputados en esta temporada, los blancos han sido superiores, (pero esto no quiere decir que el final de campaña sea a favor del Madrid.)
La Champions sigue viva para los de Zidane, y como indicó Valverde, tienen ganas de sacar su mejor versión: “Tenemos las ganas, el deseo y la alegría de volver a ese partido y luchar por esa revancha para poder clasificarnos. Las ganas nunca pueden faltar en este club para ir a por todo”.
Los de Guardiola se verán las caras con un Madrid despierto y con un bagaje muy trabajado. Los preparadores físicos del conjunto blanco han insistido durante toda la cuarentena en que toda plantilla tendría que ejercitarse para no perder la forma física. Se han podido ver ‘clases’ por videollamada, y es que en el regreso a los entrenamientos (en Valdebebas) se ha podido comprobar que han realizado las tareas adecuadamente (Jovic estará dos meses lesionado, y Mariano está a punto de recuperarse).
Zidane ha devuelto la esperanza al Madrid con el triunfo en la Supercopa de España, y confían plenamente en él para que las competiciones que quedan por jugarse terminen de forma digna para los blancos. El francés, además, está colaborando con los ojeadores de Florentino para dar con el clavo en cuanto al mercado de fichajes. El francés tiene un buen ojo para recomendar jóvenes promesas, y no suele fallar nunca.
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