El presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ya ha dejado claro que quiere público (un tercio del total) en el estadio de Gran Canaria desde el primer partido, mientras que el Barcelona ya estudia la posibilidad de hacerlo en los tres últimos partidos ligueros en el Camp Nou.
El elenco dirigido por Quique Setién se estará jugando el título en el tramo final de la competición doméstica ante equipos como el Atlético de Madrid, el Espanyol y el Osasuna y el club quiere que haya espectadores (unos 30.000) para tener ese ‘extra’ en las gradas.
Sin embargo, en el Real Madrid no lo ven tan sencillo. En el club blanco, tal y como ha podido saber Defensa Central, dudan muchísimo de que el Barça pueda reunir hasta 30.000 personas en su estadio para animar al equipo.
No es porque los de Zidane apenas puedan juntar a 1.800 seguidores en el Di Stéfano, su nuevo feudo ante las obras del Santiago Bernabéu, sino porque es muy complicado garantizar la seguridad de tantas personas aún llevando un protocolo muy cuidadoso. (Noticia DC: el Madrid corre el riesgo de jugar como local con solo 1800 espectadores)
Este escenario tiene toda su lógica. Difícilmente, una vez superado lo peor de la pandemia, el Gobierno, Sanidad y el CSD, independientemente de la postura que siga LaLiga, dará luz verde a la intención del Barça de jugar con 30.000 barcelonistas en el Camp Nou.
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