Ya no sólo por sus tuits rescatados de hace años dónde, evidentemente, le agradaba el Real Madrid. Todo eran elogios del actual segundo entrenador del Barça hacia el equipo presidido por Florentino Pérez. Por si fuera poco, en 2014 lideró la Escuela de Fútbol del Real Madrid en República Dominicana. Trabajó de forma activa para el club blanco en la formación de jóvenes futbolistas.
"Estoy orgulloso y muy ilusionado de liderar en lo deportivo el proyecto. El reto es descomunal y lo afronto de grandes amigos y mejores profesionales como Jon López y Johan Barberá", explicó en su día. Unos años más tarde decidió emprender su camino como 'técnico' y se convirtió en la mano derecha de Quique Setién. (El segundo de Setién, sentenciado: echó 'mierda' sobre Piqué).
Ambos llegaron al Barça a mediados de enero tras el fulgurante despido de Valverde, que en ese momento iba líder de LaLiga. En marzo llegó la pandemia, se suspendió el fútbol, y cinco jornadas después de su reanudación, el cántabro ha ganado tres partidos y ha empatado otros dos. Perdieron el primer puesto en Sevilla y después dejaron un imagen lamentable en Balaídos con otro 'pinchazo'.
Sarabia ha ocupado siempre un rol activo en el vestuario culé. Tiene voz, porque Setién se lo permite, y en ocasiones comanda al equipo. Ya lo demostró en el Bernabéu y también la semana pasada contra el Celta. Sin embargo, parece que a Messi no le hizo mucha gracia que Sarabia le explicase cómo debe jugar al fútbol. Y la imagen del desplante del argentino ha dado la vuelta al mundo. (Líos en el Camp Nou por un tuit de Sarabia mostrando su madridismo).
Setién y Sarabia se encuentran en la cuerda floja. Es evidente que no tienen el respeto del vestuario, al menos el del líder, y los resultados tampoco están acompañando. Si vuelven a pinchar este martes contra el Atlético de Madrid es muy posible que ambos sean cesados antes del próximo partido. Y más ahora que Bartomeu sabe que Sarabia es más merengue que muchos.
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