Lo más difícil ya está hecho. Los pupilos de Zinedine Zidane han atravesado una bomba de minas sin que ninguna explotara. Tras sacar los tres puntos ante el Athletic de Bilbao (0-1), ya sólo quedan por delante (Alavés, Granada, Villarreal y Leganés). Se han sacado todos los puntos (21) y el Barça saltará a La Cerámica esta noche siete por debajo. Una distancia psicológica que puede pasar factura al equipo culé que, si sufre otro pinchazo, se encontraría a una distancia insalvable.
A Zizou no le tembló el puso a la hora de sacar un once plagado de novedades. Marco Asensio y Rodrygo fueron titulares, mientras que Valverde le quitó el puesto a Kroos y Militao saltó de inicio por las molestias que aún arrastra Varane de su golpe en el partido anterior. Hazard no viajó con el equipo a Bilbao porque Zizou quería protegerlo, ya que ha salido de una lesión muy complicada que requiere no cargarle con exceso de minutos.
El partido fue muy físico. Ambos clubes mostraron sus cartas y tuvieron ocasiones de gol. Sin embargo, el Real Madrid fue superior al Athletic en la mayoría de fases del encuentro. Sobre todo en el segundo tiempo, dónde el Athletic se desinfló y pudo pagar muy caros algunos despites de la zaga. Dani García, sin ir más lejos, llegó tarde y pisó a Marcelo dentro del área.
En esa jugada se decidió el partido. Gil Manzano avisó desde el VAR a Hernández Hernández para que revisase la jugada y, efectivamente, se dio cuenta que se había equivocado no señalando el punto fatídico. Apenas necesitó un minuto en el monitor para darse cuenta de que era penalti, por lo que era claro y manifiesto.
Sergio Ramos lo convirtió y ya acumula 5 goles en los últimos 7 partidos. Tras esta victoria, el vestuario se siente más fuerte que nunca y, aunque no lo digan públicamente, ya se sienten campeones. El Barça saltará esta noche a La Cerámica siete por debajo más el gol average, por lo que solo una catástrofe "imperdonable" privaría al Real Madrid de esta Liga.
DEJA TU COMENTARIO